martes, 11 de octubre de 2011

Si Dios fuera.............?

“Si Dios fuera negro mi compay, todo cambiaría. Fuera nuestra raza mi compay, la que mandaría.”


A través de este ensayo, quiero compartirles un poco de mi raza negra, las difíciles circunstancias por las que pasaron mis antepasados y seguimos pasando a raíz de esa palabra que llamamos “Discriminación: cuya connotación es dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, etc.”, ahora en pleno siglo XXI sigue afectando a esta población. El negro por generaciones ha sido invisible y ha perdurado invisible.

De la mano del profesor Jaime Arocha Rodríguez de la Universidad Nacional,  persona que más ha estudiado en Colombia a Los Afrocolombianos, quiero contarles a  ustedes  la contextualización histórica que nos permita conocer y entender los orígenes de la raza negra.

En el siglo XV, los portugueses se lanzaron al reconocimiento territorial de las costas occidentales de África. Establecieron un fuerte en territorio Akán, actual Republica de Ghana, la fortaleza fue bautizada con el nombre de El Mina, debido a las minas de oro que se encontraban en sus alrededores. En el año de 1580 los españoles “descubrieron” las minas de oro de Nueva Remedios, Zaragoza y Cáceres en el Nuevo Reino de Granada, pero para entonces la estructura socio-política y territorial de la población aborigen neo-granadina estaba fragmentada y la mortalidad había aumentado por cuenta de los efectos de la guerra, las epidemias y el trabajo forzado. A su vez, la población indígena estaba muy disminuida. El monarca español Felipe II se encontraba ante un panorama muy difícil: tenían el tan anhelado oro, pero era imposible llevar a cabo la explotación. Mientras él buscaba la solución, los portugueses ya habían establecido suficientes contactos en las costas africanas, con el fin de llevar masivamente africanos esclavizados hacia América. Felipe II, rey de España, anexó a Portugal a la corona de Castilla, encontrando así la solución de cómo reemplazar a los indígenas que morían en las minas y cuyo exterminio afectaba los intereses económicos del Imperio.

Una vez Portugal fue parte del imperio, el rey convirtió a los navegantes y comerciantes portugueses en sus súbditos. Mediante esta estrategia logró poner a su servicio el saber sobre la navegación marítima y todo lo relacionado con el conocimiento de África y de su gente. Desde ese momento y gracias a su habilidad comercial, logra llevar africanos y así explotar el oro americano.

A partir de entonces, Cartagena de Indias se convirtió en el principal puerto por el que entraban los negros esclavos a toda América Latina. Los traían en condiciones infrahumanas, hacinados, con escasa agua y comida. Motivo por el cual muchos de ellos morían en el intento. Al llegar al puerto de Cartagena, muchos encontraban una mano amiga en San Pedro Claver, conocido como el “Apóstol de los negros”, quien con humildad lavaba las heridas de los enfermos, daba comida a los necesitados. Bautizo a 300 negros esclavos y le tocó presenciar grandes importaciones de esclavos para trabajar en las minas, así como la persecución de la Inquisición por procesos de brujería contra los esclavos negros.



Los Bantú procedentes del Antiguo Reino del Kongo, fueron mayoría en Cartagena. La expansión de la población bantúfona, ocurrió en África central y meridional, fue clave  para el desarrollo de la agricultura y el dominio de la metalurgia del hiero. La expansión Bantú, fue uno de los hechos más relevantes de la prehistoria de África, ya que implicó una reconfiguración etnográfica y lingüística (1).       

Se puede decir que hoy en día esta historia puede tener otro tipo de interpretación con el mismo objetivo, es decir, no hay evolución sobre los sucesos que involucran a nuestra raza, a pesar de que la tecnología ha llegado al punto de llevar al hombre a la luna a tomarse un tour en una nave espacial por un precio.

Porque no interpretar que nuestra raza cuando ha querido establecerse en el mismo eslabón que la cultura blanca, es bloqueada de forma inmediata, me referencio con el tema de Martin Luther King Premio Nobel de Paz, quién quiso defender nuestro derechos ante una sociedad que se estableció en el racismo por medio de los clanes Ku Klux Klan que eran precedidos por las ideologías de los nacis. King quería para nosotros el derecho al trabajo y a la igualdad, por eso su famoso discurso “Yo tengo un sueño” pronunciado el 28 de agosto de 1963. Pero todo llego a su fin cuando es asesinado por un blanco.

Esta discriminación la podemos recordar con el huracán Katrina que pasó por New Orleans, cuyo suceso causó indignación mundial, por el comportamiento del entonces Presidente George Bush Jr., que prefirió seguir con sus vacaciones en su rancho en el Estado de Texas, mientras miles de personas en su gran mayoría negras estaban padeciendo un sufrimiento, hoy en día es una de las ciudades más peligrosas del mundo por su nivel de pobreza y desigualdad, peor aún, no hay ayuda suficiente, porque Estados Unidos todavía está saliendo de la crisis económica. Aunque podemos apuntarnos un Hit, con la llegada de un hombre negro a la Presidencia. Barack Obama, cuyo padre fue africano, ocupando en la lista el puesto N° 44, después de aquellos que destruyeron países del Medio Oriente por el Petróleo o que hicieron escándalos de faldas y se atrevieron a pedir disculpas al país entero por sus actos.

Este hombre llego con la promesa de dar salud a todo el mundo, sin importar que religión, raza e idioma compongan todo un país que es el soporte del comportamiento mundial.  Es un hombre de temple y con pensamientos claros, el cual los proyecta con inteligencia sin necesidad de beneficiar a los poderosos si no a una nación que pide justicia y puede ser el caso de Libia. 

Pero seamos un poco más colombianos, al tratar de destacar los grupos que defendieron las ideas que ligaban la  independencia de Colombia o ¿Por qué se considera hoy en día el Castillo de San Felipe un icono? Sencillamente porque fue ahí donde nuestra raza se defendió durante meses de las garras de la España de la época, que estaba representada por Pablo Morillo conocido como el Pacificador.  A pesar de las dificultades, nuestra raza formo los Palenques que eran hitos históricos que estaban compuestos por negros libres organizados de forma militar, religiosa y de sexo con la única idea de  defender su cultura y su palenque.

¿Pero qué significa ser negro en Colombia?, según el significado de la RAE es la alta concentración de melanina, que pigmenta la piel dando un tono oscuro, pero en la versión colombiana, es aquel que es libre, alegre, emotivo y rumbero a morir, entonces, si no fuera así porque el Joe Arroyo es tan famoso con su canción “No le pegue a la negra”, sencillamente porque a pesar de todas nuestras dificultades, contamos las tristes historias con  un color de esperanza y el anhelo de ver a todos iguales sin importar nuestro color ni clase social.

Hoy en día esta defensa se refleja en las comunidades que han emigrado a grandes urbes por la violencia que los rodea por el desplazamiento forzado de grupos al margen de la ley (Caso Bojayá y masacres de las zonas Bananeras),  quienes han tenido que buscar en estos lugares la forma de vivir, por eso la sociedad nos tildan como algo malo y  no como un ser que hemos tratado de sobrellevar y luchar para que nos identifiquen como personas y no como la maldad andante. Porque todo lo negro no es malo.

Cabe destacar una serie de arbitrariedades que ocurren hoy en día no solo en Colombia si no a nivel mundial,  porque nuestra  raza es juzgada por los actos que contribuyen al enriquecimiento cultural, lo ejemplifico con la cultura del Hip Hop por el contenido en sus canciones; la champeta, por sus movimientos eróticos que incitan a la sexualidad; el regué está ligado directamente a la drogadicción (Bob Marley).  Pero estas se pueden tomar como una demostración cultural positiva más otras, como son la Cumbia, el Mapale, el Vallenato y claro la Salsa.  Que son representaciones que demuestran nuestro enriquecimiento y que tiene sus propias raíces en África, donde los sonidos del tambor y las maracas crean el ambiente propicio de movimientos cadenciosos donde el ritmo se apodera de las caderas y los  sonidos  nos transportan a otro mundo, experimentando sensaciones  que llevan a la libertad, que nos permiten ser propiamente nosotros mismos sin ninguna restricción.

Después de la abolición de la esclavitud el estado colombiano sigue en deuda con los grupos étnicos de este país, porque más que recuerden nuestros paisanos blancos el día de la Afrocolombianidad o el día de la raza, queremos la igualdad en todo aspecto, y que no haya necesidad de certificado de negro ni prebendas especiales para acceder a la educación, a un excelente puesto o a una vida digna, porque lo único que obtenemos con estas practicas es desigualdad, generando de nuevo la frase que esta al inicio de este texto y que se resume en una sola palabra, “DISCRIMINACIÓN”.  Por eso me reflejo en el discurso de Martin Luther King, que es tener el sueño de ver a mis hijas desarrollarse libremente.











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